Herbert Cecil Booth en 1901 pero su tamaño hacía que fueran necesarias al menos dos personas para manejarla; sería presentada en sociedad durante la coronación del rey Eduardo VII usándola para eliminar el polvo de la alfombra de la Abadía de Westminster. Seis años después, en 1907, James Murray Spangler la hacía más manejable y por eso hoy es considerado el “padre” de la aspiradora portátil. Aunque la popularidad de este electrodoméstico comenzaría cuando William Hoover se encargó de aplicar a ella la electricidad. Obviamente su primer destino fue la industria pero bastaron unos años para que entrara ya en los primeros hogares. Sin embargo, durante décadas los cambios que se produjeron en ellas no fueron demasiado sustanciales. Habría que esperar hasta finales del siglo XX para su mejora efectiva siendo de nuevo otro británico, el diseñador y empresario James Dyson, quien lo lograra. Frustrado por la ineficacia de las aspiradoras de su época Dyson decidió buscar una solución y en 1978 se planteó diseñar un aparato con una importante potencia de succión pero que además no se bloqueara al acumularse la suciedad que recoge en el filtro. Lo lograría tras muchos años de trabajo e investigación y ¡5.127 prototipos! mediante el uso de ciclones artificiales. De hecho, uno de aquellos prototipos -bautizado como G-Force- obtendría el primer premio en la Feria Internacional de Diseño celebrada en Japón en 1991 y como quiera que los japoneses son unos enamorados de los productos de alta tecnología convirtieron la aspiradora en un símbolo de estatus social que las llevaría a venderse allí a ¡2.000 dólares! Años después la venta de la licencia japonesa permitiría a Dyson abrir en 1993 un centro de investigación y desarrollo en Wiltshire (Gran Bretaña) para perfeccionar la tecnología. Su idea era lograr recoger con sus aspiradoras desde las más finas y microscópicas partículas de polvo y suciedad hasta el humo de un cigarrillo.
Lo lograría en 1993, año en que lanzó al mercado su revolucionaria aspiradora Dyson Dual Cyclone o DC01. Un aparato que se caracteriza por incorporar una turbina llamada “ciclón” -de ahí el nombre- que remueve las partículas de polvo al tiempo que genera fuerzas centrífugas ¡100.000 veces más potentes que la fuerza de la gravedad! Sería además la primera aspiradora sin bolsa que se comercializó en el mundo y aún hoy es la única que no puede ser obstruida por la suciedad y, por tanto, no pierde en ningún momento su capacidad de succión. Además sus filtros impiden el paso de cualquier partícula microscópica -las heces de los ácaros, el polen, las bacterias, el moho, el pelo y la piel de los animales…- y por eso hoy la recomiendan organismos de salud de todo el mundo a las personas afectadas por alergias.
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