La balanza es un accesorio que suele ser menospreciado por muchos de nosotros pero posee una gran utilidad, pero para comprender mejor a qué nos referimos cuando hablamos de balanza otorgaremos una definición que nos ayude a internalizarnos más en sus aplicaciones. Entendemos por balanza a un dispositivo mecánico empleado en hogares, laboratorios, empresas e industrias con el fin de determinar el peso o la masa de una sustancia u objeto; se utiliza como sinónimo a su nombre el término “báscula”.
La primera balanza que se conoció constaba de una barra con un plato colgado de cada extremo y fue diseñada por los egipcios alrededor deñ 2500 a. C.; para utilizarla se ponía sobre ella un objeto desconocido en uno de los platos y se ubicaban en el restante objetos de peso conocido hasta que la balanza quedaba equilibrada y la barra en posición horizontal; el peso y la masa del objeto son entonces los mismos que los de las pesas del otro plato. Luego de este modelo, se hizo presente la balanza romana, su nombre se debe a sus precursores, los romanos, al igual que la anterior, ésta constaba de una barra sostenida en un punto de apoyo con un peso conocido situado a un lado y otro desconocido en el lado restante.
La diferencia radicaba en que el punto de apoyo, el mismo no estaba en el centro; además el objeto que se quería pesar se colgaba de un brazo corto mientras que del brazo largo se deslizaban las pesas, alejándolas o acercándolas al punto de apoyo. Las balanzas modernas emplean los mismos principios que las que poseen brazos iguales o las romanas y es por eso que las pesadas son muy parecidas o iguales; las balanzas de precisión utilizadas en laboratorio científicos son las más tecnológicas del mercado debido a que pueden determinar el peso de pequeñas cantidades de material con una precisión de una millonésima de gramo. Este modelo de báscula se encuentra encerrado en una caja de vidrio o plástico para evitar que las corrientes de aire o variaciones de temperatura puedan influir en la medición o pesada; las balanzas mecánicas son también muy utilizadas, entre las más conocidas tenemos el modelo de péndulo y de resorte.
En esta última, la plataforma está conectada a un resorte que se estira o se comprime para poder equilibrar la carga colocada sobre dicha plataforma; una aguja es la que nos indica el peso obtenido. Las balanzas electrónicas, por su parte, utilizan la electricidad para realizar su trabajo, son más rápidas y habitualmente más precisas que las mecánicas lo que las hace más útiles y eficaces en la mayoría de las aplicaciones.
Elegir una balanza de cocina
Las balanzas no se utilizan únicamente en los laboratorio, negocios o industrias, aunque para muchos de nosotros pueda parecer extraño, es uno de los accesorios o herramientas más utilizados en las cocinas. Hoy contamos con un mercado que nos ofrece infinidad de modelos de básculas electrónicas de cocina a todo precio, a partir de €30 pueden ser adquiridas en cualquier tienda de electrodomésticos, la clave en la elección radica en las aplicaciones y los usos que le daremos.
Si optamos por una báscula mecánica, es decir, aquella “de toda la vida” nos arriesgamos a tener un margen de error en las pesadas de entre 15 y 30 gramos, por lo tanto la utilizaremos para realizar mediciones no tan importantes o de grandes cantidades. Las balanzas electrónicas son más completas que las anteriores, permiten una gran precisión y el error no supera los 5 gramos; además nos ofrecen algunas posibilidades extras tales como función de tara y “hold”. La primera nos permite añadir elementos al peso sin quitar los anteriores colocados, mientras que la función “hold” mantiene a la vista el peso durante varios segundos una vez que retiramos el objeto pesado.
Las balanzas de cocina son las que más han evolucionado junto con las de laboratorio, conocidas también como “de precisión”; esto se debe a que en estas dos áreas es en donde más se utilizan y en donde más precisión se requiere. Podemos encontrar básculas con reloj incorporado, alarma y otras prestaciones similares, es cierto que resultan más caras que las mecánicas, y el precio puede encarecerse más si el sistema se alimenta por pilas de litio. De todas maneras encontraremos balanzas accesibles que se adapte a nuestras necesidades. |
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